La panacea de la formación

La situación de desempleo generalizada nos empuja a tomar decisiones, a veces, difíciles de compaginar con nuestra vida cotidiana. De hecho si estamos desempleados (ya sea de forma reciente o de larga duración), nuestra vida cotidiana ya ha sido alterada de forma considerable. Introducir en nuestra dinámica un proceso formativo, es por lo general, costoso. No me refiero únicamente al aspecto económico (que también lo puede ser) sino a otros como la toma de decisiones, tiempos, familia, etc…
¿Es la formación la solución a nuestra situación de desempleo? Respuesta: Pues depende.
Es difícil ser más concreto ante esto tipo de preguntas. Lo que sí puedo aseguraros es que aquellos que os aseguran un futuro, gracias a obtener un título….o mienten como bellacos o simplemente (y esto es más grave en mi opinión) hablan desde el desconocimiento más absoluto.
La formación, hoy más que nunca, depende del «sujeto formado» que de la propia titulación en sí. Hace años era habitual establecer una relación causa-efecto entre finalizar una titulación y comenzar a trabajar en una ocupación relacionada con esa formación. Esos tiempos han pasado, pero mentalmente seguimos anclados en pensamientos del tipo: estudia esto o aquello que tiene muchas salidas laborales.
Todos los días recibo preguntas de este tipo. Y la respuesta depende casi en exclusiva de la persona que realiza la pregunta. Si los motivos para formarte son coherentes con la situación actual, si la persona tiene habilidades previas relacionadas con el proceso formativo, si la motivación intrínseca es alta, si no se trata de una ocupación de nula salida laboral, etc….pues claro que puede ser la solución a nuestro problema. Pero hay que tener muy claro que realizar hoy dia cualquier formación, «sólo» te capacita a nivel de conocimientos para la incorporación laboral. Y eso desgraciadamente no es ninguna garantía porque estudies lo que estudies ya hay muchas más personas como tú igual o mejor formadas y muchas de ellas en el desempleo.
Este argumento, también observo a menudo, como es utilizado por aquellos que no quieren formarse y les sirve de excusa para quejarse (con motivo) pero no ponen remedio para intentar salir de esa situación que a menudo es definida por ellos mismo como insostenible.
Cada uno a su nivel, puede y debe hacer lo posible por revertir su situación personal. Hay que tener información orientativa para tomar las decisiones más adecuadas para decantarse por una formación u otra. Para unos será obtener el graduado en la ESO, para otros estudiar un módulo de formación profesional, para otros una carrera universitaria, para otros un master o un curso de posgrado de especialización, para otros la formación no reglada puede ser una buena opción y otros se serán autodidactas e intentarán por su cuenta adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar una ocupación concreta.
No voy a entrar a debatir sobre el negocio que supone la formación a todos sus niveles, pero desde luego es algo a tener en cuenta por el futuro estudiante para seleccionar aquella que realmente merezca la pena la inversión de esfuerzo, dinero y tiempo.
La formación puede ser la solución pero depende de tí, casi exclusivamente. En realidad siempre fue así pero cuando «había trabajo» no era necesario demostrar tus capacidades, tu título hablaba por tí, aunque en realidad lo único que decía era que habías adquirido unos conocimientos en un tiempo determinado.
Hoy dia, esto no es suficiente. Somos muchos más los que buscamos trabajo que las ofertas disponibles. La mentalidad debe cambiar y deberemos ser creadores de nuestros propios empleos en muchos casos.
La formación es la solución si va acompañada de actitud, dedicación, entusiasmo y perseverancia. Así y sólo así te servirá para conseguir lo que deseas.